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Qué es y cómo elaborar un plan de contingencias en ciberseguridad

¿Qué necesitamos para que una empresa funcione? Lo primero en lo que pensamos son los clientes, los ingresos, los suministros para la producción de bienes o servicios, etc. Pero pocas veces pensamos en algo fundamental: los sistemas informáticos de la compañía, cuya seguridad informática es vital. 

Actualmente, con la mayoría de los procesos y flujos de trabajo informatizados, contar con un sistema a prueba de ciberataques es crucial, especialmente si queremos evitar un parón en la productividad de la empresa. Para ello, una de las acciones que debemos realizar necesariamente es implementar un plan de contingencia en el ámbito de la ciberseguridad.

El principal objetivo de este protocolo es minimizar el impacto de un posible ciberataque, garantizar la continuidad de la actividad y restablecer el funcionamiento lo más rápido posible. En CLiCKO somos expertos en ciberseguridad. Por eso, en nuestro artículo de hoy, vamos a explicarte cómo establecer un plan de contingencias. ¡Sigue leyendo!

 

¿Por qué debemos contar con un plan de contingencias de ciberseguridad?

El primer motivo por el cual es importante disponer de un protocolo de este tipo es que, gracias a estos sistemas, se puede reducir el daño provocado por un ciberataque. Este impacto no solo afecta a los dispositivos informáticos, sino que repercute de forma grave en la productividad, las finanzas y la reputación de la empresa. Contar con un buen plan ayuda a prevenir fugas de datos.

Otro punto que también debemos tener en cuenta es que disponer de este tipo de planes nos asegura el cumplimiento de la normativa europea GDPR de protección de datos, el estándar ISO 27001 sobre seguridad de la información y el NIST Cybersecurity Framework. Gracias a este tipo de sistemas, nos aseguraremos de que los datos sensibles de nuestra empresa y de nuestros clientes estén a buen recaudo. 

 

Cómo elaborar un plan de contingencias de ciberseguridad paso a paso

1. Analizar los riesgos

Antes de desarrollar un plan de contingencias contra ciberataques, debemos conocer y analizar las amenazas a las que nos enfrentamos y qué vulnerabilidades tienen los sistemas informáticos de nuestra empresa. ¿Qué pasos debemos llevar a cabo en este apartado?

  • Identificar los activos críticos: 
    conocer qué recursos son vitales para el funcionamiento de la empresa y cómo nos afectaría un ataque a estos activos. Normalmente, los más importantes son los servidores, las bases de datos, los sistemas ERP y CRM, los ordenadores o las conexiones de red. 
     
  • Identificar las amenazas: 
    saber qué riesgos pueden correr los activos antes mencionados, como ataques de ransomware, robo de credenciales o información mediante phishing, fuga de datos o ataques DDoS que colapsen los servidores. 
     
  • Analizar el impacto en el negocio: 
    calcular cuánto tiempo puede resistir la empresa con los servicios caídos, cuánto les costaría económicamente y cómo afectaría esta situación a su reputación. Contar con un buen plan ayuda a prevenir fugas de datos.

 

2. Definir un protocolo de actuación

Una vez analizados los riesgos, la empresa debe plasmar en un documento oficial las acciones que llevará a cabo en caso de ciberataque, con normas e instrucciones claras sobre cómo responder ante estas incidencias. ¿Qué debe incluir este plan de contingencias?

  • Los objetivos: 
    garantizar la continuidad de la actividad en caso de ciberataque, reducir el tiempo de recuperación, minimizar la pérdida de datos mediante la protección de estos y asegurar el cumplimiento de las normativas en el ámbito de la protección de datos. 
     
  • Determinar responsabilidades: 
    hay que definir quién será el encargado de llevar a cabo las diferentes acciones que se recojan en este protocolo de actuación. Normalmente, deberían estar involucrados los equipos de administración de sistemas y redes, los departamentos legales y de comunicación y la dirección de la empresa. 
     
  • Establecer el protocolo de reporte de incidentes:
    indicar cómo y a quién notificar la situación una vez se detecte y establecer una comunicación interna y externa para explicar lo que está sucediendo a trabajadores, clientes, socios y otros interesados. 

 

3. Disponer de un equipo de profesionales y de herramientas para responder a incidentes 

Necesitaremos un equipo especializado en seguridad informática que se encargue de implementar las acciones marcadas en caso de ciberataque. Para ello, debemos contar con perfiles tales como analistas de seguridad, que detecten y respondan a las amenazas, expertos en recuperación, que restauren los sistemas caídos y los datos que se hayan podido perder, y, en el caso de una empresa grande y famosa, también podría ser interesante contar con especialistas en comunicación y en el ámbito legal para evitar daños en la reputación.

En cuanto a las herramientas de ciberseguridad para ejecutar el plan de contingencias, necesitaremos sistemas SIEM (Security Information and Event Management) para monitorizar la situación en tiempo real, EDR (Endpoint Detection & Response) para detectar amenazas en dispositivos y firewalls para detectar intrusos. 

 

4. Desarrollar los procedimientos de respuesta

Hay que determinar el protocolo específico que se aplicará para cada tipo de ataque o amenaza. Algunos ejemplos de procedimientos pueden ser: 

  • En el caso de ataque con ransomware: debemos establecer protocolos para aislar equipos infectados, restaurar datos desde las copias de seguridad y tomar medidas para que no vuelva a suceder. 
     
  • Ante una fuga de datos, hay que identificar el origen de esta, contener y minimizar su impacto y notificar la situación a clientes y otras personas relacionadas con la empresa que puedan verse afectadas. 
     
  • Frente a un ataque DDoS, debemos marcar procedimientos para mitigar la situación mediante firewalls y CDNs, redirigir el tráfico malicioso a un servidor de protección y ajustar las políticas de red para evitar el colapso.

 

5. Establecer medidas de protección

Estas acciones tienen la función de reducir los efectos provocados por un hacker en nuestro negocio. La medida más importante para reducir el impacto es, sin duda, la realización preventiva de copias de seguridad de forma periódica. Lo ideal sería hacerlo diariamente y almacenar estas copias de forma offline y en la nube. 

Otra acción que resulta muy útil es implementar sistemas de Zero Trust Architecture (ZTA), que implica la necesidad de autorización constante a los miembros de una compañía para acceder a determinados datos o activos de la empresa. También puede resultar interesante aplicar autentificaciones multifactor a la hora de acceder a información crítica.

 

6. Diseñar un plan de recuperación y continuidad del negocio

Este plan de recuperación y continuidad nos permitirá restaurar las operaciones y volver a la actividad habitual de forma rápida en caso de ataque cibernético. A la hora de crear este protocolo, debemos tener en cuenta los siguientes puntos:

- Definir el RTO (Recovery Time Objective), que es el tiempo máximo que podemos emplear en restaurar los sistemas, y el RPO (Recovery Point Objective), que hace referencia a la cantidad máxima de datos que nos permitimos perder. 

- Priorización de servicios a la hora de recuperarlos, dando más importancia a aquellos que resulten más críticos para la actividad de la compañía. 

- Implementar soluciones para minimizar las interrupciones en la actividad.

 

7. Establecer un protocolo de pruebas y simulacros

Es necesario realizar pruebas de forma periódica para garantizar la efectividad del plan de contingencias de ciberseguridad. Los test pueden consistir en simular un ciberataque o realizar auditorías regulares. 

Esto nos permitirá detectar fallos en nuestro plan, analizar los errores y buscar soluciones para realizar ajustes. Las evaluaciones y rectificaciones periódicas mejorarán nuestras defensas frente a los hackers y nos evitarán grandes dolores de cabeza.

 

CLiCKO: expertos en planes de contingencia en ciberseguridad

En un entorno digital cada vez más expuesto a amenazas, contar con protocolos de actuación eficaces es esencial para minimizar el impacto de los ciberataques. El robo de datos y la infección de sistemas corporativos son riesgos que pueden traducirse en pérdidas económicas y daños a la reputación digital de cualquier empresa.

En CLiCKO, somos especialistas en ciberseguridad. Nuestro equipo de expertos diseña planes de contingencia personalizados para proteger tu negocio y garantizar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier incidente. En caso de ciberataque, implementamos acciones estratégicas para restaurar la operatividad de tu empresa en el menor tiempo posible, reduciendo así las interrupciones y las pérdidas.

¡Protege tu empresa con CLiCKO! 

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